Socialización, salud y tecnología: Hacia un nuevo paradigma en las relaciones humanas

Los tiempos cambian y con ellos la forma de vida. Y es que, el ser humano, a nivel de especie, ha ido moldeando su actividad y forma de organizarse como sociedad en base a las demandas de su contexto. Estas demandas no solo se deben a condicionantes naturales y bélicos, sino también a los propios avances humanos, hasta el punto de generar un proceso de retroalimentación en el que la actividad humana define su propio curso. A este respecto, la revolución digital vivida en el último siglo sumada la aceleración de avances tecnológicos acontecidos en estos últimos años, ha dado lugar a un nuevo paradigma en las formas de socialización y en la percepción de bienestar de las personas.

Según datos de un estudio transversal con un muestra de 2085 personas llevado a cabo por la línea de atención psicológica británica CALM, el uso de aplicaciones interactivas tiene un efecto positivo sobre la salud mental de las personas. Tal y como relata este servicio, pese a que comúnmente se considera que los videojuegos y las redes sociales propician el aislamiento, las interacciones y sinergias surgidas en torno a estos recursos suponen un soporte emocional positivo para el bienestar de muchas personas.

En este sentido, cabe tener en cuenta que, dadas las exigencias del día a día, la creciente digitalización y la aceleración de los procesos tecnológicos, la presencialidad se está limitando hasta el punto de que las interacciones tanto laborales como de ocio de muchas personas se encuentran reducidas, de manera cada vez más frecuente, al entorno online.

Hacia una digitalización de las relaciones humanas

Lejos de ser algo negativo, lo cierto es que la digitalización de las relaciones humanas no deja de ser una consecuencia del contexto histórico y cultural en el que nos encontramos insertos/as. Por lo tanto, lo natural es que las dinámicas sociales se ajusten a los avances que van aconteciendo, aunque, por supuesto, sin perder de vista que justamente son estas dinámicas sociales las que permiten un desarrollo adaptativo a nivel de especie, de ahí que el buen uso de las tecnologías resulte un elemento crucial.

En esta línea, un claro ejemplo a tener en cuenta es el impacto que tuvo el COVID-19 sobre el modo de relacionarnos y, consecuentemente, sobre el estado de ánimo. El aislamiento prolongado propicia el bajo estado de ánimo, el sentimiento de soledad y la incidencia de trastornos como la depresión y la ansiedad, poniendo de relieve las potencialidades de las tecnologías para paliar estos efectos.

Como indican desde CALM “existen clichés sobre los videojuegos con multijugadores online y las interacciones en streaming, cuando los beneficios son palpables”. De hecho, la propia evidencia científica viene respaldando las ventajas de las tecnologías para la consecución de objetivos de salud y de una mayor equidad social (Petkovic et al., 2022), en la medida que suponen una mayor motivación para el día a día, un soporte para la construcción de grupos de pertenencia y un facilitador para la adquisición de aprendizajes con componente social. Esto último resulta especialmente interesante si se considera que Internet constituye un puente hacia la diversidad y la multiculturalidad, hasta el punto de contribuir a un enriquecimiento de las estrategias dirigidas al bienestar.

Los beneficios de la socialización para la salud mental

Comprendiendo lo expuesto hasta el momento, es acertado afirmar que la socialización es una necesidad a cubrir y que, irremediablemente, esta cobertura debe ajustarse a las demandas del contexto, de ahí que la digitalización esté resultando ser una buena aliada, al menos de momento.

Además, según mostró una revisión sistemática constituida por 39 estudios observacionales y de genética (Kelly et al., 2017), el grado de rendimiento en términos de cognición global, funciones ejecutivas, memoria de trabajo, habilidades visoespaciales y velocidad de procesamiento de los seres humanos guarda una correlación significativa con su involucración en actividades sociales, del mismo modo que el apoyo social predice el rendimiento en tareas de memoria episódica y la calidad de las relaciones sociales correlaciona con la fluidez verbal. Lo que pone de relieve que independiente de la forma, lo importante es relacionarse para gozar de un desarrollo adaptativo e integral.

El modo de vida está cambiando, pero lo que sigue siendo igual es la actitud que podemos desarrollar para potenciar nuestra salud. Desde e-pD-WORK trabajamos cada día para dar respuestas eficaces basadas en la tecnología a las necesidades de bienestar de las personas. Si quieres saber más al respecto, no dudes en echarle un vistazo a nuestra app.

Referencias

Kelly, M. E., Duff, H., Kelly, S., McHugh Power, J. E., Brennan, S., Lawlor, B. A., & Loughrey, D. G. (2017). The impact of social activities, social networks, social support and social relationships on the cognitive functioning of healthy older adults: a systematic review. Systematic reviews6(1), 259. https://doi.org/10.1186/s13643-017-0632-2

Petkovic, J., Duench, S., Trawin, J., Dewidar, O., Pardo Pardo, J., Simeon, R., DesMeules, M., Gagnon, D., Hatcher Roberts, J., Hossain, A., Pottie, K., Rader, T., Tugwell, P., Yoganathan, M., Presseau, J., & Welch, V. (2021). Behavioural interventions delivered through interactive social media for health behaviour change, health outcomes, and health equity in the adult population. The Cochrane database of systematic reviews5(5), CD012932. https://doi.org/10.1002/14651858.CD012932.pub2



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