Apoyo social y salud. ¿Por qué es importante “sentirse bien querido/a”?

Desde los comienzos más primigenios de la especie humana, las personas se han
valido del apoyo de sus pares para alcanzar sus objetivos de supervivencia y
autorrealización (Heshmati et al., 2019).
A pesar de que la sociedad ha ido avanzando hasta el punto de crear un aura de
individualismo, la realidad es que la colectividad continúa existiendo, resultando
esencial tanto para nuestro desarrollo personal como para la continuidad de nuestra
especie. Tanto es así, que, como refleja la evidencia científica, nuestra salud física y
mental se encuentra estrechamente vinculada a nuestra percepción de apoyo social
(Penninkilampi, 2018; Wang et al., 2018).
Por este motivo y aprovechando que el pasado 30 de julio se celebró el Día
Internacional de la Amistad, desde e-pD-WORK os vamos a explicar cómo influye el
apoyo social en la salud y por qué la percepción de “sentirse querido/a” resulta tan
importante para preservar nuestra calidad de vida.


¿Qué es el apoyo social?

El apoyo social puede ser definido como el conjunto de provisiones expresivas o
instrumentales que nos brindan la sociedad, las redes sociales y las personas de
confianza. Estas provisiones pueden estar presentes tanto en el día a día como en
momentos de crisis y pueden ser tangibles o percibidas (Dean y Lin, 1977).
Lo más interesante a este respecto, es que el apoyo social se trata de una experiencia
subjetiva que parte de cada persona, de modo que lo importante en el momento de
evaluarlo no es tanto la cantidad, sino la calidad (Gámez y Hernández, 2005).
Esto último puede ser explicado en tanto que personas con extensas redes de
contactos pueden experimentar un profundo sentimiento de soledad al no sentir sus
necesidades de apoyo cubiertas, mientras que personas que aparentemente disponen
de núcleos de apoyo pequeños sí que sienten sus necesidades cubiertas de forma
satisfactoria (Oravecz et al., 2016).
El apoyo social nos ayuda a desarrollarnos de forma plena, ya que nos da
herramientas para afrontar nuestro día a día. Por este motivo, lo importante no siempre es la cantidad, sino la calidad del apoyo.

¿Por qué es importante el apoyo social?

Entendiendo lo anterior, es posible afirmar que el apoyo social cumple una función
importante como soporte, pero más allá de eso, existen evidencias de que su
importancia trasciende a la percepción, al tratarse de una variable mediadora para
nuestra salud (Gámez y Hernández, 2005; Hutten et al., 2021).
De acuerdo con Hutten et al. (2021) el apoyo social percibido podría llegar a explicar la
relación existente entre la soledad y el desarrollo de ansiedad, depresión y cuadros
somáticos al encontrarse estrechamente vinculado a la autoestima, el sentimiento de
pertenencia, la sensación de control y el desarrollo de nuestro concepto de identidad
(Thoits, 2011).
Esto se debe a que el apoyo social moviliza recursos tanto instrumentales como
emocionales. Así, un apoyo social de calidad dotaría de medios físicos para hacer
frente a las demandas del entorno, pero también de una contención a nivel emocional
(Heshmati et al., 2019; Oravecz et al., 2016). Un buen ejemplo de ello sería el rol que
tienen los/as progenitores/as y/o tutores legales a lo largo del proceso de crianza, en
tanto que su función es la de proveer de todo lo necesario a los/as niños/as (alimento,
ropa, un techo, un colegio al que acudir, etc.), pero también la de transmitir afecto, una
sensación de seguridad a través de elogios, abrazos, acompañamiento y transmisión
de consejos en momentos de dificultad, etc.
Otro ejemplo podrían ser precisamente las amistades, ya que partiendo de la base de
que estas cumplan con dinámicas relacionales saludables, pueden llegar a ser un
motor para explorar nuevos repertorios de conductas, adquirir nuevos conocimientos y
en general salir de la zona de confort.
Diversos estudios han encontrado que la percepción de escaso apoyo social
disponible se encuentra relacionada con una mayor gravedad en los síntomas y curso
de la depresión, el trastorno bipolar y los cuadros ansiosos, además de un peor
funcionamiento psicosocial, ya que es frecuente que se refuercen las conductas de
aislamiento (Penninkilampi et al., 2018). En cuanto a esto último, también se ha
encontrado información muy relevante sobre cómo en las personas diagnosticadas
con esquizofrenia, el apoyo social correlaciona con una mejor calidad de vida y un
mejor manejo de los síntomas y cuidados de la enfermedad (Wang et al., 2018).
Las redes de apoyo social de calidad nos cuidan, pero también nos enseñan a cuidarnos y a cuidar.

¿Podemos afirmar que “sentirse bien querido/a” es sinónimo de salud?

Teniendo en cuenta la importancia del apoyo social, es posible afirmar que contribuye
a nuestra salud, independientemente de la subjetividad que pueda entrañar el modo
en el que lo percibimos.
Cuidar la calidad de nuestras redes de apoyo social es, por lo tanto, una iniciativa para
cuidar de nuestra salud y calidad de vida, con todas las ventajas que ello conlleva,
como son la adquisición de aprendizajes, el sentirse bien con uno/a mismo/a y la
movilización hacia la consecución de objetivos vitales de autorrealización.
En e-pD-WORK nos interesamos por tu salud, por este motivo, si quieres mejorar tus
relaciones o incluso aprender tips que te puedan ayudar a solucionar problemas
interpersonales, ponemos a tu disposición nuestra app gratuita. Para participar solo
tienes que completar este aplicativo. Y recuerda, ¡”sentirse bien querido” es
sinónimo de salud! 

BIBLIOGRAFÍA
Dean, A., & Lin, N. (1977). The stress-buffering role of social support. Journal of
Nervous and Mental disease.
Gámez, E., & Hernández, H. M. (2005). Bases cognitivas y motivacionales de la
capacidad humana para las relaciones interpersonales. Anuario de psicología/The UB
Journal of psychology, 239-260.
Heshmati, S., Oravecz, Z., Pressman, S., Batchelder, W. H., Muth, C., &
Vandekerckhove, J. (2019). What does it mean to feel loved: Cultural consensus and
individual differences in felt love. Journal of Social and Personal Relationships, 36(1),
214-243.
Hutten, E., Jongen, E., Vos, A., van den Hout, A., & van Lankveld, J. (2021).
Loneliness and Mental Health: The Mediating Effect of Perceived Social
Support. International journal of environmental research and public health, 18(22)
Oravecz, Z., Muth, C., & Vandekerckhove, J. (2016). Do people agree on what makes
one feel loved? A cognitive psychometric approach to the consensus on felt love. PloS
one, 11(4), e0152803.
Penninkilampi, R., Casey, A.-N., Singh, M. F., & Brodaty, H. (2018). The Association
between Social Engagement, Loneliness, and Risk of Dementia: A Systematic Review
and Meta-Analysis. Journal of Alzheimer’s Disease, 1–15. doi:10.3233/jad-180439 



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