Salud y entorno laboral: La diferencia entre estrés laboral, burnout y depresión laboral

La actividad laboral resulta un medio para poder vivir de forma satisfactoria, así como una forma de expresar las vocaciones individuales de cada persona y una contribución al desarrollo social. No obstante, la carga de trabajo y el ambiente en las organizaciones puede desembocar, en ocasiones, en riesgos psicosociales graves que podrían poner en riesgo la salud física, social y psicológica de las personas trabajadoras.

Tras haber explorado en el post anterior qué tipos de estrategias nos ayudan a promover el bienestar de la población activa, pudimos llegar a la conclusión de que existen abordajes basados en la evidencia que previenen la aparición de patologías, en lo que fortalecen los factores de protección individuales ya existentes. Teniendo esto en mente surgiría un nuevo interrogante, que sería qué tipo de estrategia o técnica preventiva conviene más en cada tipo de organización.

Por supuesto, el tipo de técnica, sea esta promoción de la actividad física, entrenamiento en habilidades sociales o incluso programas de mindfulness, dependerá de las necesidades detectadas en cada tipo de trabajo. Por este motivo, el objetivo del post de hoy es el de delimitar las diferencias entre el estrés laboral, el burnout o síndrome de estar quemado y la depresión laboral, tres condiciones que, aunque parecidas distan en gravedad, lo que podrían suponer un indicador adecuado para valorar el tipo de intervención a seleccionar y posibles mejoras a implementar dentro de la propia cultura organizacional de la empresa.

¿Qué es el estrés?

El estrés se trata de una respuesta surgida de nuestra interacción con el ambiente, que se caracteriza por una sensación de agobio, preocupación y agotamiento. Todo el mundo sufre estrés a lo largo de su vida y eso a priori no tiene por qué ser negativo. De hecho, un poco de estrés puede suponer un empuje para sobrellevar determinadas situaciones y tomar decisiones de forma más efectiva. Este tipo de estrés “positivo” es catalogado como eustrés y se caracteriza por ser puntual y abordable; sin embargo, cuando el estrés se mantiene de forma crónica en el tiempo y la persona que lo sufre percibe que sus recursos de afrontamiento se agotan o que no son suficientes para hacer frente a la situación estresante, pasaríamos a hablar de estrés “negativo” o distrés.

Ese distrés o exceso de estrés puede llegar a resultar dañino a nivel cognitivo, emocional e incluso físico, al provocar ansiedad, insomnio, tensión muscular y debilitación del sistema inmunitario. Por este motivo es importante controlar en la medida de lo posible los posibles estresores del ambiente, los recursos de cada persona y acompañar en los procesos de afrontamiento para mitigar el impacto del estrés sostenido.

¿Qué entendemos por estrés laboral?

Considerando que el estrés es una respuesta al ambiente que nos rodea, es posible diferenciar tantos tipos de estrés como situaciones disponibles y una de ellas es el trabajo. Al fin y al cabo, pasamos gran parte de nuestras vidas en contextos laborales, lo que inevitablemente nos conduce a una cierta cantidad de estrés.

En sí mismo el estrés en el trabajo no debería ser malo, puesto que aviva la productividad, pero nuevamente conviene repensar hasta qué punto determinados climas laborales pueden llegar a propiciar que el eutrés evolucione a un malestar crónico.

En este sentido, el estrés laboral se define como un conjunto de reacciones emocionales, cognitivas, fisiológicas y comportamentales que se encuentran vinculadas y/u ocasionadas por el contexto laboral. Estas reacciones se producen cuando existen discrepancias entre la demanda laboral y los recursos de las personas trabajadoras para hacerles frente. El estrés laboral es según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, una de las principales consecuencias de la exposición a riesgos psicosociales.  

¿Qué es el burnout o síndrome de estar quemado?

Mientras que el estrés laboral se encuentra asociado a la carga laboral, el burnout partiría de la interacción de las personas trabajadoras con otras personas, tanto las vinculadas a la empresa como los clientes.

Al tratarse de una subcategoría de distrés, también se caracteriza por tener un período de latencia superior al eutrés, así como por una respuesta de afecto negativo agudizada con marcados patrones de aislamiento social y sensación de falta de autorrealización. Con respecto a esto último, la autorrealización parecería ser un factor determinante para comprender el burnout, puesto que como indica la literatura, mientras que todos los trabajadores son susceptibles de sufrir estrés laboral a lo largo de su vida laboral, solo aquellas personas con marcada motivación de logro y mayores niveles de implicación para con su puesto de trabajo sufrirán burnout.

Según Gil-monte (2005) las personas bajo los efectos del burnout sufren una pérdida de ilusión por el trabajo, así como agotamiento físico y emocional y un endurecimiento en sus interacciones sociales vinculadas al puesto de trabajo. Todo ello marcado por un fuerte sentimiento de culpa y despersonalización (Maslach y Jackson, 1981).

¿Qué es la depresión laboral?

Finalmente, en el caso de la depresión laboral conviene decir que si bien el trabajo puede ser motivo para la depresión, la etiqueta de “laboral” no atiende a criterios clínicos como tal, por lo que lo adecuado es hablar de depresión.

La depresión se trata de una psicopatología del tipo ‘Trastornos del estado del ánimo’ con origen multicausal y unos patrones en los que la realidad se percibe de forma negativa y/o catastrofista. Esta interpretación negativa del mundo se atribuye a causas internas, estables y globales, de ahí que las personas diagnosticadas con depresión presenten tristeza profunda por largos periodos de tiempo junto con malestar, sentimiento de culpa y pérdida de interés en la mayoría de las cosas. Generalmente esta condición afecta a varias áreas de la vida de las personas entre las cuales puede estar el trabajo.

Es cierto que hay similitudes entre el burnout y la depresión en la medida que ambos comparten síntomas como el cansancio, el aislamiento social y la sensación de fracaso, pero sus causas y curso difieren. Pese a esto, la gravedad del burnout no ha de ser pasada por alto ya que afecta a la calidad de vida de las personas, al bienestar organizacional y a la propia logística de las empresas, en la medida que la productividad puede verse disminuida y/o empeorada.

Además, hay que tener en cuenta que cuando el personal no está del todo bien, pueden aumentar la ratio de siniestralidad y los casos de baja por depresión. Tal es la relevancia de esto que la Organización Mundial de la Salud ya incluyó el burnout dentro de la undécima edición de su manual Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) dentro de la categoría de ‘Problemas asociados con el empleo o el desempleo’, ya que de tratarse el burnout a tiempo es posible evitar la incidencia de nuevos casos de depresión.

Salud y entorno laboral en el momento de elegir una intervención

Como podemos ver, en función de la situación a la que se encuentren expuestas las personas de una organización, es posible implementar distintos tipos de estrategias. Mientras que en el caso del estrés laboral podrían ser factibles las técnicas de corte psicoeducativo, la activación conductual o incluso el entrenamiento en respiración y relajación muscular progresiva sumadas a una revisión del reparto de tareas y medios destinados para ello, el burnout podría ir dirigido a los enfoques en solución de problemas, técnicas de parada de pensamiento e incluso dinámicas para mejorar el ambiente de compañerismo. Por su parte, en el caso de la depresión lo ideal siempre será facilitar el acceso a profesionales de la salud y, de ser posible, evitar la aparición de la enfermedad con ayuda de la prevención. Herramientas como e-pD-WORK ayudan justamente a eso, ya que, como en el caso de cualquier enfermedad, si evitamos que aparezca la depresión no tendremos que tratarla y ahorraremos sufrimiento a nuestro alrededor.

Recuerda, es responsabilidad de todos velar por la salud psicosocial y la ciencia a este respecto tiene mucho que decir. Desde e-pD-WORK trabajamos cada día para hacer eco sobre la importancia de las intervenciones eficaces basadas en la evidencia y ofrecerte las mejores soluciones para cuidar de tu salud, ¿te unes a la familia e-pD-WORK?



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